Pequeña historia de un abedul al más puro estilo natural
Cultivar de forma natural no tiene ningún misterio, con las semillas y la observaciones correctas y un poco de trabajo y esmero basado en aquellos conocimientos ancestrales naturales y conscientes, es base suficiente; pero, para ello, necesitamos que la Naturaleza se exprese por sí misma. Si no devolvemos a la tierra lo que le pertenece, que son sus bosques y sus plantas, y abandonamos el artificialismo destructor, no podremos plantar, ahora y en el futuro, ni una sola hortaliza natural.