Hablemos de Ciencia

Hablemos de ciencia y sepamos que ciencia es conocimiento humano. Esta afirmación fue prescrita hace miles de años, allá en los primeros tiempos donde el humano comenzara su andadura pensante, y, desde entonces, todos los pensadores de nuestra historia, no sólo la han confirmado, sino que es la base misma del pensamiento. 

Siendo entonces el conocimiento la misma ciencia, sepamos también que hay muchos tipos de conocimiento, por tanto de ciencias, y no me refiero sólo a disciplinas, sino a diferentes maneras de obtener conocimiento, tanto en método como en experiencia. Con todo ello, no podemos hablar de una ciencia única, sino de muchas ciencias. Abarcando todas sus formas, entonces podemos hablar de “la ciencia”, mas, aún queriendo abarcarlo todo, siempre estaremos con un grado importante de invalidez, pues no hay conocimiento humano que pueda ser lo suficientemente amplio para que llegue a ser un absoluto que lo abarque todo.

Pequeña historia de un abedul al más puro estilo natural

Cultivar de forma natural no tiene ningún misterio, con las semillas y la observaciones correctas y un poco de trabajo y esmero basado en aquellos conocimientos ancestrales naturales y conscientes, es base suficiente; pero, para ello, necesitamos que la Naturaleza se exprese por sí misma. Si no devolvemos a la tierra lo que le pertenece, que son sus bosques y sus plantas, y abandonamos el artificialismo destructor, no podremos plantar, ahora y en el futuro, ni una sola hortaliza natural.

El gran valor natural del tejo: El Taxus baccata, desgraciadamente, es una más de las especies relictas por causa humana

El gran valor natural del Tejo

El Taxus baccata, comúnmente llamado tejo, desgraciadamente, es una más de las especies relictas por causa humana. Es un árbol muy valioso y difícil de cultivar si no tiene las condiciones de frío y sombra, y quizás cierta humedad, que les son propias.

La sostenibilidad completa

La sostenibilidad completa

La sostenibilidad completa: Para acercarnos a los valores de la naturaleza, podemos inventar técnicas diversas y poner todos los nombres que queramos a esas cosas que hacemos, pero lo verdaderamente importante, es conocer la esencia de lo que hacemos.